Oficina del conservador de la Ciudad de Matanzas

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Cambiar la imagen de abandono que durante muchos años exhibió la arquitectura matancera se convirtió en uno de los principales propósitos de la **Oficina del** **Conservador de la Ciudad**, pero el **plan de rehabilitación integral** **Matanzas 325** va mucho más allá de la recuperación y embellecimiento de las áreas del centro histórico y el rescate de las edificaciones emblemáticas de la urbe yumurina, el ordenamiento de sus plazas y el cambio de uso de algunos inmuebles de la Zona Priorizada para la Conservación.
En ese sentido, Leonel Pérez Orozco, director de la **Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas**, acuñó que dicha institución debe convertirse en el principal centro donde se gestione la cultura y el acercamiento a la población, con opciones de buen gusto, en las que primen la calidad y la defensa de la idiosincrasia nacional.
“Tenemos que convertirnos en los rectores del centro histórico de la urbe, tanto para las cuestiones culturales, económicas, sociales como para la rehabilitación del patrimonio arquitectónico. Esto, junto a la gestión y cambio de uso de los elementos del centro histórico, son competencias exclusivas de la Oficina”.
UNA OFICINA MÁS ORGANIZADA
La aprobación recientemente del **Decreto 346** por el Consejo de Ministros fortalece la estructura de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas al dotarla de personalidad jurídica.
Con este importante paso cambian las relaciones de trabajo entre la institución y el resto de los organismos y las organizaciones enclavadas en el centro histórico yumurino, **Monumento Nacional**.
“Este documento legal también nos faculta para extender el área de la Zona Priorizada para la Conservación, que desde ahora casi limita con la **Zona de Protección**. Quiere decir que se amplía hacia los barrios Pueblo Nuevo, Versalles y casi toda Matanzas. En dicha zona se concentrarán los esfuerzos reconstructivos en los próximos diez años”.
Así también el documento será determinante pues aprueba un impuesto sobre el uso del Centro Histórico que engrosará el presupuesto destinado a la restauración de la ciudad y convierte a la Oficina en inversionista de las labores reconstructivas del área, a partir de diversas vías de financiamiento.
“Igualmente, ahora somos nosotros los que determinamos las obras priorizadas para su restauración. Ello supone un reto al **ser los responsables de decidir qué es lo más importante dentro de la ciudad**. En ese sentido priorizaremos los grandes edificios, sobre todo los hoteles Libertad, París, Plaza de la Vigía y Yara, para ponerlos en función del gran turismo que ya llega a Matanzas”.

MOSTRAR LA CIUDAD DESDE SU CULTURA
Los valores culturales, patrimoniales y únicos que tiene Matanzas, puertas adentro: el alcance de la rumba, la trascendencia del mambo, lo que representa el danzón como baile nacional, las casas templo con su entramado religioso y cultural, los proyectos comunitarios y eventos socioculturales; todo esto constituye el punto de mira de los especialistas.

Los artistas matanceros también tienen una importancia indiscutible en este complejo proceso de restauración y reanimación cultural del Centro Histórico. Aunque falta mucho por hacer para vincular a los creadores de manera directa y sistemática al sueño de embellecer y enaltecer a Matanzas, la Oficina fortalece las alianzas con algunos de los artesanos de la ciudad.

“Con los artistas y la direcciones de cultura en el territorio hemos establecido varios convenios. El propósito es estructurar galerías de arte, centros de servicios gastronómicos y artísticos especializados a la población, como el que se ubica en siete talleres y garajes de la calle Narváez, en manos de la Dirección de Comunales y arrendados por los creadores como proyecto de la Oficina, un área reanimada gracias a la organización de dichos establecimientos.

La Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas se fundó el 29 de octubre de 2014 con el fin de orientar y gestionar la correcta puesta en práctica de las acciones destinadas a la conservación y uso sostenible del patrimonio mueble e inmueble del Centro Histórico urbano matancero, y extiende la atención a toda la ciudad.

Mucho contribuye a esta causa la consolidación de las relaciones de trabajo con las autoridades políticas y gubernamentales, Planificación Física y el Centro Provincial de Patrimonio, entre otras instituciones.

Construir instrumentos de planificación y gestión para el desarrollo integral de la cultura constituye una de las prioridades de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas. El reto permanente está en la necesidad de una investigación cultural orgánica de la ciudad, única manera de interpretar correctamente sus significados y actuar en consecuencia.

La protección de los signos identitarios del Centro Histórico, la inserción en ellos de proyectos socioculturales comunitarios y el papel de la comunicación y de los medios en la capacitación y educación ciudadanas resultan elementos esenciales que regirán las políticas culturales de la institución.

Para desempeñar de manera óptima las funciones para las que fue concebida, la Oficina del Conservador deberá convertirse, más allá de la institución encargada de supervisar y hacer cumplir los proyectos de restauración, en el centro de gestión cultural más importante de Matanzas.